Después de dos Navidades marcadas por la pandemia de coronavirus, las cenas familiares y empresariales regresan con gran fuerza, y aun cuando sea un tiempo de festejos y de unión y reunión, no se debe bajar la guardia, sino practicar lo que nos ha enseñado el COVID-19: “Si yo me cuido, también te cuido, porque es mi deber no sólo pensar en mí, sino en los otros, y si los demás están bien, yo también”.

Descarga el boletín